LA CRUZ

Si alguien sabe y vio de cerca a Jesús ese día, fui yo.
Yo era uno de los que fue al Getsemani para arrestarlo, yo estaba cuando compareció ante Herodes y también ante Pilato, yo estaba cuando fue despojado de sus ropas,
Yo estaba ahí cuando le pusieron la corona de espinas burlándose de el y escupiéndole.
Yo estaba cuando el recibió los azotes.
Yo ayude a preparar esos maderos que se transformaron en la cruz que El cargo hasta ese monte.
Yo no podía imaginar todo lo que ocurriría.
Me dijeron que el era un loco, un terrorista, alguien peligroso para la sociedad. Yo obedecí, sin mirar los ojos de mi victima.
De repente, en medio de llanto y dolor, todo se oscureció, un fuerte temblor se sintió en la ciudad y una gota de lluvia cayo y mojo mis ojos, como limpiándolos para que pudiera ver claramente la escena delante de mi.

Verdaderamente era el hijo de Dios!!!

Si tan solo le hubiese mirado un instante, si tan solo le hubiera conocido antes…yo crucifique a mi Señor.
Yo puse los clavos en sus manos, yo puse los clavos en sus pies.
En ese momento pensé que yo nunca sería perdonado, ya no podía hacer nada, todo estaba consumado.
Una mujer se acerco a mi, no recuerdo su nombre, ni siquiera su rostro, pero si sus palabras, ella me dijo… LO HIZO POR TI.

Han pasado ya muchos años, desde aquel día.
Cada mañana le pregunto a mi Señor ¿Realmente tu hiciste eso por mi?? Y el siempre me susurra al oído: “Si, y lo haría otra vez.”